La
Salmonela es un microorganismo que puede provocar una toxiinfección alimentaria
si lo ingerimos y provocarnos diarreas y dolor abdominal.
Para evitar contaminarnos es importante asegurarnos que el huevo
esté bien cuajado cuando cocinemos tortillas y revueltos. Es decir, es
fundamental cocer bien el alimento ya que con el calor la Salmonela se
destruye.
Por otro lado, cocer bien los huevos no sólo nos garantiza que no nos
contaminaremos con Samonela sino que además favorece la coagulación de las
proteínas que contiene el huevo lo que hace más fácil la digestión de las
mismas.
En caso de preparar en casa alimentos que contienen el huevo
crudo o semicrudo, como por ejemplo mayonesas, es importante conservarlos en
frío y consumirlos dejando muy poco espacio de tiempo entre la preparación y la
ingesta.
Fuente. ABC