
Pero además de lidiar con el dolor de esta
pérdida, hay que lidiar con las consecuencias financieras que conlleva esta
decisión.
En muchos hogares es necesario que ambos trabajen
para el sostenimiento del hogar, en otros solo uno trabaja, por lo que una
separación en cualquiera de los casos representa una incertidumbre financiera.
¿Pero qué podemos hacer?
Lo ideal es tratar de llevar una relación
civilizada con tu ex pareja para poder llegar a acuerdos, siempre pensando en
el mejor interés de los hijos (si los hay) y de ambos. No hay que olvidar que
en algún momento hubo mucho amor y con ese mismo amor hay que ponerle fin a la
relación.
En la mayoría de los casos es la madre quien se
queda con los hijos, por ello es muy importante establecer una pensión
alimentaria justa. Esto no da espera.
Una repartición equitativa de los bienes es
necesaria para que esto sirva de base económica para la nueva etapa de tu vida.
Busca asesoría legal para que si la decisión es
definitiva, todo se haga de la manera menos traumática, rápida y justa posible.
¿Qué pasa si te quieres divorciar pero económicamente no es viable?
Cada día más y más se ven casos de parejas
divorciadas viviendo bajo el mismo techo porque por separado no pueden pagar
uno. Esta opción requiere mucha madurez, respeto y reglas claras de
convivencia.
Otra opción a considerar es la de compartir
gastos con otra persona en tu misma situación. Esto te permite reemplazar el
aporte de tu ex pareja.
Si tu situación es aun más difícil y no cuentas
con un empleo, quizás puedas buscar el apoyo de tus familiares cercanos para
que te den una mano mientras te organizas y buscas un empleo.
Hay que enfrentar los desafíos de la vida con
optimismo y dar lo mejor de ti cada día para estar mejor.