
Los más chicos son expertos en el manejo de los aparatos electrónicos y
navegan la Web de
forma muy natural. De manera intuitiva, encuentran lo que buscan y se
entretienen con juegos on line. Pero hay un detalle: no dejan de ser niños. Por
eso, si bien tienen habilidades que muchas veces exceden las capacidades de los
adultos, corren el riesgo de que esto se les vaya de las manos.
En relación a esto, el “grooming” es un tipo de problema
relativo a la seguridad de los chicos en Internet. Se trata de un conjunto de
estrategias que puede usar un adulto para ganarse la confianza de un niño, al
establecer un lazo de amistad a través de Internet, con el objetivo de obtener
alguna satisfacción sexual.
Para evitar que esto suceda, es necesario que los
adultos conozcamos los riesgos a los que pueden llegar a exponerse los chicos,
para poder cuidarlos y enseñarles a cuidarse.
El grooming, paso a paso
La licenciada Paula Sansalone, miembro del Equipo Anti Bullyng Argentina
(ABA), detalló el modus operandi, ya que suele ser similar en todos los casos:
1 - Un adulto visita redes sociales, juegos o sitios en Internet que
permitan la interacción social y que estén especialmente dirigidos a los niños.
Usualmente suelen mentir sobre su identidad, haciéndose pasar por otro niño, y
establece una conversación inicial con un menor, su posible víctima.
2 - El adulto comienza a mantener conversaciones frecuentes con el niño,
generando cierto vínculo, hablando de temas infantiles o intereses comunes,
haciéndole sentir al niño que se convirtió en su amigo. Lentamente obtiene
datos personales y de contacto del menor, su familia, su escuela, etc.
3 - Llega un momento en el que, mediante tácticas de seducción o provocación,
logra convencer al menor para que realice actos de naturaleza sexual frente a
una webcam o le envíe fotos. El niño puede sentirse ambivalente al respecto,
pero cede ante el pedido.
4 - Se inicia el cyber-acoso. El adulto comienza a extorsionar al menor para
que haga cosas en contra de su voluntad (como, por ejemplo, continuar
enviándole material erótico/ pornográfico), o de lo contrario lo amenaza con
sufrir algún tipo de daño: puede ser que el adulto amenace con enviarle las
fotos/ videos a sus padres, compañeros de escuela, maestros. O también puede
amenazarlo con dañar a sus seres queridos si el menor le cuenta a alguien o no
hace lo que se le pide.
“El momento del cyber-acoso es lo más peligroso, porque aquí el niño ya está
entrampado, preso del miedo, y puede llegar a acceder a tener un encuentro
personal con tal de que las amenazas que recibe no se cumplan. Esto es
sumamente dañino a nivel psicológico: socava profundamente su autoestima, el
niño o adolescente se siente indefenso y puede llegar a creer que esto que le
sucede no tiene fin, que no hay manera de que alguien pueda ayudarlo”, explica
Sansalone.
Cómo proteger a los chicos en Internet
Es sumamente necesario que los adultos nos involucremos y estemos atentos a
las conductas de los chicos para prevenir estas situaciones o detectarlas
precozmente. Sansalone destaca algunas pautas importantes para acompañar a
nuestros hijos:
* Siempre ten en cuenta que lo más importante es la confianza y la educación
de tus hijos, por lo tanto, es fundamental que favorezcas el diálogo en la
familia.
* EvitA instalar la PC
en el cuarto de los chicos, ubicala en lugares de paso de la casa, espacios
compartidos.
* LimitA los horarios de conexión de los chicos, que sean momentos en donde
haya adultos presentes.
* Enseñales a cuidarse, a no compartir información personal y sólo chatear
con las personas que ya conoce (no chatear con personas nuevas y desconocidas).
* Utiliza alguna aplicación o software de “control parental” para bloquear,
restringir o filtrar el acceso a determinada información que pueda resultar
inadecuada para los niños.
* Establece un código de navegación segura consensuado por la familia, en
donde se explicite qué es lo que es adecuado hacer en Internet y qué no.
Una vez más, es necesario que padres y chicos utilicen las nuevas
tecnologías de forma segura.
Fuente: EntreMujeres.com