(BBC Mundo) Los estudios dicen
que estos electrodomésticos duran entre 10 y 16 años. Lo cual es bastante si
tenemos en cuenta que funcionan las 24 horas del día.
Pero no es recomendable fiarse de las
estadísticas: cuanto mejor los
cuidemos, más durarán. Lo primero es tener claro a qué
temperatura debemos tener el refrigerador. La ideal es entre los 4 o 5 grados centígrados.
No es recomendable fiarse de la ruedita de dentro: hazte con un
termostato y ponlo en el interior del refrigerador.
Si almacenas comida y
bebida fría, esto ayudará a absorber el aire caliente que se cuela cada vez que
abres la puerta.
No metas alimentos
calientes, deja que se enfríen fuera. Así reducirás la cantidad de aire
caliente en el interior.
Otro truco útil es dejar
espacio entre los alimentos y el aparato de forma que el aire circule bien por
todas las paredes.
Puertas
Un error que
comete mucha gente es abrir la puerta de la nevera y
dejarla así mientras decide qué va a cocinar.
Así que primero piensa
qué quieres comer y luego abre la nevera. Puede que sea un poco fastidioso,
pero te ayudará a mantenerla en buen estado.
Otra cosa a tener en
cuenta con las puertas es que su interior debe permanecer
limpio.
Si el cierre de goma de
tu refrigerador no está bien, el aire frío se escapará, lo cual provocará un
gasto de energía y hará que el aparato deba "trabajar" más de lo
necesario.
Lo primero que tienes
que hacer es comprobar que las gomas están limpias de residuos. Es recomendable
limpiarlas dos veces al año: puedes hacerlo con un cepillo de dientes y pasta
dentífrica.
Cuando hayas frotado con
pasta las gomas, aclara con un trapo limpio.
Ubicación
Para que el condensador
se refrigere bien, es recomendable situar el frigorífico a unos 15
centímetros de la pared.
Además, el refrigerador
no puede funcionar bien si el condensador está sucio con polvo. Para evitarlo,
puedes limpiarlo dos veces al año.
Retira el aparato de la
pared, desconecta el refrigerador y pasa la aspiradora.
También tienes que
asegurarte de que el refrigerador está nivelado. Si no
lo está, la puerta no cerrará bien, castigará los motores y provocará
condensación en su interior.
Interior
Los
refrigeradores necesitan tener algo dentro para
mantener las temperaturas bajas.
Si no sueles llenarlo
demasiado, puedes dejar una jarra con agua dentro.
Y si te tomas estas
molestias para cuidar tu refrigerador, te interesará saber cómo puedes hacer
para mantenerlo limpio.
Lo primero que debes
hacer si quieres limpiar tu nevera es desconectarla.
No seas vago/a, ya que
estás, vacíala por completo. Y aprovecha para echar a la basura o, mejor aún,
reciclar todo lo que esté caducado.
Luego retira los cajones
y los separadores y lávalos en agua caliente con jabón. Limpia el interior del
refrigerador con un producto especial y asegúrate de que no te olvidas de
ninguna pared o esquina.
Si prefieres utilizar
productos más naturales,
puedes usar una mezcla conbicarbonato de sodio y agua tibia o vinagre destilado con agua.
Se pueden añadir unas gotas
de limón para
eliminar el fuerte olor del vinagre.
Si dejas un plato con
bicarbonato de sodio en el interior, esto ayudará a absorber cualquier olor
fuerte que se resista.
Hielo
Si las paredes de tu refrigerador tienen más de medio centímetro de hielo, es
hora de que descongeles.
Si no lo haces, estarás
obligando al motor a funcionar más y gastarás más energía.
Algunas heladeras son
"no frost", es decir, anticongelación. Esto te ahorra descongelar,
aunque estos aparatos consumen mucha más energía también.
Ten paciencia: no utilices cuchillos para despegar el hielo de las paredes ya que puedes dañar el
aparato.