El
lugar que la madre ocupa para su recién nacido es irreemplazable. Ella le
proporciona protección, alimentación, calor y la seguridad necesaria para que
afronte sus primeros días fuera del cálido vientre.
Es por
eso que establecen un vínculo de necesidad recíproca donde el contacto físico
es vital. Investigaciones recientes indican que el trato directo piel a
piel no es sólo un modo espontáneo de expresar cariño, sino también un factor
esencial para que el niño crezca sano.
Es así como la
madre posee las herramientas más importantes para el cuidado del bebé y, entre
ellas, se considera que su voz es fundamental. Según un nuevo estudio realizado
por médicos del Hospital de Niños de Vanderbilt en Nashville,
Tennessee, las voces de las madres podrían ayudar a desarrollar las
habilidades alimentarias de los prematuros.
Esto permitiría que permanezcan una menor
cantidad de días en el hospital y que se acorte la espera de los padres para
llevarlos a la comodidad del hogar.
Una
de las razones por las que deben permanecer en un sanatorio bajo cuidados
intensivos es que, al ser tan pequeños, no han logrado la fuerza necesaria ni
la coordinación adecuada para amamantarse correctamente.
Entonces allí obtienen el alimento mediante un
tubo y, generalmente, se los estimula con un chupete para que practiquen la
succión.
La
investigación consistió en estudiar a 100 niños prematuros, nacidos entre las
34 y 36 semanas, que se encontraban recibiendo el tratamiento anteriormente
señalado. Además, la mitad de ellos realizó cinco sesiones diarias de 15
minutos con un chupete especial capaz de detectar cuándo el bebé está
succionado y, en ese momento, reproducir una grabación con el canto de su
madre.
Los investigadores trabajaron en
conjunto con una musicoterapeuta para seleccionar la canción de cuna adecuada.
Los
resultados fueron asombrosos. Si bien los recién nacidos de ambos grupos
ganaron la misma cantidad de peso durante los días en que se desarrolló el
estudio, sólo los que utilizaron los chupetes especiales tendieron a comer más
rápido.
Así, lograron ingerir
dos mililitros de leche materna fortificada por minuto, mientras que el
otro grupo llegaba a menos de un mililitro.
Además,
como pudieron alimentarse por su cuenta sin una sonda con mayor frecuencia,
pasaron siete días menos que los niños que no escucharon la grabación.
Según
los especialistas, disminuir los días de cuidados intensivos en el hospital es
importante ya que, por un lado, los padres sienten un alivio al llevar a su
hijo a casa y, por el otro, se reducen notablemente los gastos médicos.
Amy Needham,
estudiosa del desarrollo infantil en la Universidad de Vanderbilt, explicó este
fenómeno: ”Escuchar la canción de su madre cuando succionan correctamente
el chupete los impulsa a desarrollar un comportamiento adecuado porque la voz
actúa como un aliento”.
El
chupete utilizado en la investigación se encuentra a la venta en los comercios,
pero es preciso que sea administrado por un profesional. Por eso, la
doctora Nathalie Maitre, principal autora del estudio, recomienda a los
padres que consulten con un terapeuta para que los acompañe a la hora de
realizar la grabación.
También indica que el momento de la
lactancia es excelente para que las madres les canten a sus niños, ya que puede
favorecerlos considerablemente.
Esta
capacidad protectora es otra de las tantas cualidades maravillosas que poseen
las mujeres, por eso, este 8 de marzo disfruta de tu día, el homenaje lo
tienes merecido.
Fuente:
Discovery Mujer