
Es muy común que los hijos cuando están pequeños y aun más grandes, pidan a los padres les compren muchas cosas como si el dinero cayera del cielo, como muchos padres se quejan.
La razón es que no les hemos enseñado el
verdadero sentido del dinero. Es importante explicarle a nuestros hijos desde
una edad temprana (tres años) que para poder comprar todo lo que tenemos o
queremos hay que trabajar duro y ahorrar para ello.
Esta es una increíble lección que crea un sentido
de responsabilidad en nuestros hijos.
Una buena manera de empezar es regalarles una
alcancía, y cada vez que sea posible permitirles depositar en ella algunas
monedas. La idea es motivarlos a lograr el objetivo que es llenar la alcancía,
y como es lógico recompensarlos al final con algo que ellos deseen y se pueda
comprar con parte del dinero ahorrado.
El siguiente paso es llevarlos al banco para
abrir una cuenta de ahorros a su nombre, lo cual los hará sentir importantes y
más comprometidos con la causa.
Los niños van llegando a una edad donde empiezan
a pedirles dinero a sus padres para diferentes cosas, especialmente para gastar
en el colegio y con sus amigos. Esta es una buena oportunidad para establecer
una mesada semanal y enseñarles a manejar su propio dinero o presupuesto.
Encomiéndales tareas especiales y ofréceles una
remuneración por ello cuando te sea posible, así les enseñaras la importancia
del trabajo y a valorar el dinero ganado con el sudor de sus frentes.
El ahorro es una de las herramientas más
poderosas para lograr nuestros objetivos financieros a mediano y largo plazo.
Recuerda que es mucho más fácil desembolsar una módica cantidad de dinero cada
mes que una grande en un solo contado.
Por: Juan Fernando Montesdeoca
Discoverymujer.com